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Las dos trabajando...  Sí, lento, placentero, sin prisas... Todo se para y lo agradezco, descanso, todo se afloja… Silencio, y penumbra me rodea, cierro los ojos… respiro y te siento, aún dentro. Se que estas son las ultimas respiraciones que haré por ti, me acaricio la barriga. Mi cuerpo ha cesado en oleadas, se que es normal, estoy muy abierta ya, me da tregua para descansar. Y todo se para, pero no siento miedo, nadie me apresura, no hay pitidos de maquinas, ni goteros. Yo lo he decidido así, estoy en mi casa, entre mis cosas, y manos conocidas, que a ratos me sostienen, a ratos me acarician. Creo en mi cuerpo y su capacidad, para parir se que todo está bien, te noto trabajando, te acompaño con mi respiración. Las oleadas te acercan a la orilla de mi misma, aprietan y me intento aflojar. Me siento tan cerca, estoy tan lejos de todo lo superfluo… Somos dos, tu y yo, una contigo. Todo se afloja y sonrio de nuevo, lo estamos haciendo bien, otra oleada que me alza y me rindo a ella, agradecida, dejo que me suba y me baje, una menos… porque cada vez mas cerca, cada vez mas lejos… 

Tarragona, agosto de 2014 noches de Perseidas...

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La magia del primer parto acompañado, la vieja cámara que dejó todas las imágenes en negro... 

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Penumbra y luz de vela, iluminando la llegada de la vida... 

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La potencia de su espíritu  y el sostén de 5 mujeres la acompañaban.

 

Y así podía dejarse, confiando en su cuerpo, y en la vida que se abría paso. 

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